si alguna vez practicas el onanismo, y terminas llorando... es que algo está realmente jodido contigo.
a estas alturas no me ruborizaré, es más, el tabú en sí esta vez pasa a segundo plano.
mantenía mis ojos cerrados, porque de abrirlos sabía lo que seguiría, hasta pude presentirlo cuando de la nada
imágenes de amantes, caprichos y la relación que en secreto envidio, se volcaron en mi mente y se estrellaron contra mis ojos, entonces los apreté mas fuerte, el ritmo cadencioso de mis manos seguía. quería apagar aquello que me corroe por dentro pensando con mis manos y viajando a un mundo distinto.
pero la realidad me alcanzó junto la electricidad que recorrió todo mi cuerpo, que combinación tan morbosamente deprimente: placer y desolación, tristeza. al abrir los ojos, ocurrió lo que ya sabía; sólo dos pesadas lagrimas escurrieron por mis mejillas. entonces toda la miseria acumulada bajo la alfombra de la represión, se escapó como polvo cuando sopla la brisa. y por más cobijas que me cubrieran, no sentía el calor del abrazo que tanto necesitaba para que no pudiera hacerme daño a mi misma, pero esta vez no hubo nadie; ni amantes, ni amigos, ni familia.
me tocó hacerme frente y escucharme por una vez en la vida, aunque comprendí, por qué llevo tanto tiempo ignorándome: puedo hacer oídos sordos al mundo, pero no tengo dónde esconderme de mi conciencia, que hoy precisamente, escogió un curioso momento para gritarme a la cara lo patética que soy, y lo mucho que me doy pena, lo estúpida que parezco yendo por ahí de farol pretendiendo que no me hace daño nada, y como soy incapaz de ir por lo que quiero y me conformo con lo que 'pesco' así sean las sobras de alguien más, o algo que nunca me pertenecerá, porque algo muy dentro me grita que no merezco nada, que no soy digna de pedir nada, porque nada puedo dar; que vivo condenada a ver la felicidad a mi alrededor, pero que jamás seré parte de ella, esas cosas lindas no son para mi, nadie me puede querer honestamente.
y que mi rabia actual consiste en que me han quitado la válvula que inflaba mi ego antes de poder implotar, además de darme cuenta que soy la puta segunda opción del mundo, nadie cuenta realmente conmigo, sólo estoy ahí, por si acaso.
a este punto, no sólo fueron dos lagrimas, pero una vez que no tengo nada más que decirme, ya no hay más llanto, y empiezo a reconstruirme de mis cada vez más diminutos pedazos.
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