pero un buen día ahí estaba, un sobre pequeño, con buena caligrafía y muy mala dirección
<
Una se hace a la idea de que no volverá a vivir enamorada, a mis veintitantos parecía difícil vivir algo nuevo, vaya sorpresa, cuando uno cree haberlo vivido todo, llega alguien a partirle la cabeza
Y el corazón más tarde, pero esa, esa es la gran y última sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario