Creí ya no estar para corazones en hojas de papel
o nombres enlazados con el mío,
a mi me prometieron que no volvería a querer
que el amor es solo de una vez
sin embargo aquí estoy,
descubriendome tonda, encantada
por el tono de su voz que engancha
y el recuerdo de sus manos que hacen magia
en mi cabeza se hirgió una casa de apuestas
apostando al perdedor siempre, mis marionetas.
cómo entraste por esa puerta?
pero qué error y cuánto me vino a costar;
hoy, hoy estoy en quiebra.
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