Haces que el sol se me esconda para el otro lado
Y si de por sí ya soy un poco desorientado, qué me queda?
seguir el rumbo que me han trazado tus manos...
y siempre termino en ti, y hacia ti, todas las direcciones
llevan directo a tus brazos que corrompen, que cortan, que acogen.
la última vez, en el último gemido
suspiraste coordenadas,
ni tú las escuchaste
ni yo sé usar un mapa.
podrías repetirlo?
ven, bajito, entre las sábanas.
últimamente no sé en dónde me encuentro
me siento en un pequeño lugar a kilometros
pero respiro el frío de la ciudad
proyectada atrás de una distancia virtual;
si dices mi nombre yo te escucho
si quieres tocarme yo me desvanesco.
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